Curiosidades sobre el Trastorno de Estrés Postraumático

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Esta entrada ha sido elaborada por: Inés de Ibargüen Guzmán, Elena León Arroyo, María Reina Peñas, Sara López Van Dam Merino y Javier Rodríguez Ruiz

¿Qué es el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)?

Es un tipo de trastorno muy habitual entre las personas que han experimentado una situación traumática y lo cual a primera vista les origina angustia y nervios, a pesar de haber pasado ya la situación angustiante que sufrió.

Según el DSM-V (APA, 2013), para que aparezca el TEPT, es necesario haber vivido una situación traumática antes de la aparición de los síntomas, pero no es el único criterio de diagnóstico. También aparecen síntomas de intrusión, pensamientos involuntarios e incontrolables, evitación de lo que recuerda al hecho traumático, alteraciones negativas de la cognición y la emoción y alteración del estado de alerta y reactividad.

¿En qué situaciones puede aparecer el TEPT? ¿Y cuáles son los mitos acerca del TEPT?

Es normal tener los síntomas del TEPT después de haber vivido una situación traumática, y hasta que no pase un determinado tiempo, no se podrá emitir un diagnóstico como tal. El TEPT es el conjunto de síntomas que aparecen como consecuencia de experimentar una situación que ha sido vivida como una amenaza vital y que ha provocado una intensa respuesta angustiosa en la persona.

Para poder hablar de situación traumática o trauma, desde el punto de vista psicológico, la amenaza o ataque ha de ocurrir inesperadamente, supera la capacidad que tiene la persona para manejar la situación y altera sus marcos de referencia y otros esquemas que le sirven para entender el mundo.

Algunos mitos sobre el Trastorno por Estrés Postraumático son:

  1. Solo afecta a personas que son débiles. La aparición de los síntomas depende de muchos factores, no es cuestión de lo fuerte que sea una persona.
  2. Causa conductas violentas. La persona que lo padece no siempre reacciona con irritabilidad. De hecho, lo más común es sentir el ánimo bajo y mostrarse con tendencia depresiva y alerta.
  3. Solo está en la cabeza de la persona. Se trata de un problema real que necesita abordaje de un especialista.
  4. No es tratable. Al contrario de lo que se suele pensar, el TEPT tiene altas tasas de recuperación.
  5. Los síntomas desaparecen cuando la persona se cura del trauma. Los síntomas de este trastorno pueden aparecer y desaparecer con el tiempo.
  6. Las personas sufren los síntomas justo después del trauma. Los síntomas suelen aparecer en los meses próximos a la situación traumática, pudiendo llegar a pasar un año. De hecho, para poder diagnosticar Trastorno por Estrés Postraumático es necesario que haya pasado un mes desde el hecho traumático.
  7. Todos tienen alguna clase de TEPT. La mayoría de las personas no llega a desarrollar este trastorno.
  8. Solo afecta a los veteranos de guerra. Es verdad que en un principio era diagnosticado sobre todo en soldados, pero lo puede sufrir cualquier persona.

¿Todo el mundo tiene TEPT?

A pesar de que es normal que aparezcan los síntomas del TEPT tras haber vivido una situación traumática, la mayoría de las personas que se han visto enfrentadas a ello no llegan a padecerlo. Esto se debe a que no depende de la naturaleza del trauma, sino de la interpretación del hecho que haga la persona afectada y de sus recursos para enfrentarse a estas situaciones. Por tanto, la aparición de los síntomas se encuentra, en gran parte, determinado por las características genéticas de cada persona, por la personalidad, la historia de vida, la situación vital en la que se encuentre y la red de apoyo de la que disponga. Aunque puede aparecer en cualquier persona de cualquier sexo y cualquier edad, es más frecuente en mujeres y en los jóvenes.

Dos personas pueden considerar un hecho no de la misma manera: mientras que uno lo integra como una experiencia traumática, al otro no le resulta excesivamente impactante. Por ello, no se debe tratar a las víctimas de un mismo delito, accidente, etc. igual, ni ellas mismas deben compararse unas con otras. Esto solo podría aumentar el malestar y los sentimientos negativos hacia uno mismo.

¿Cómo ayudar a un familiar que tiene TEPT?

Algunas formas de ayudar a un ser querido con TEPT serían:

  • Aprenda todo lo que pueda acerca del TEPT. Saber cómo el TEPT afecta a las personas puede ayudarle a entender lo que el miembro de su familia está pasando. Cuanto más sepa, mejor podrá usted y su familia manejar el TEPT.
  • Ofrezca acompañar a su familiar a las consultas con el médico. Puede ayudar a mantener un registro de medicamentos y de la terapia, y puede estar ahí para brindar su apoyo.
  • Dígale a su ser querido que desea escucharlo/a y que también entiende si él o ella no tiene ganas de hablar.
  • Planifique actividades familiares juntos, como ir cenar o al cine.
  • Salgan a caminar, den un paseo en bicicleta o hagan alguna otra actividad física juntos. El ejercicio es importante para la salud y ayuda a despejar la mente.
  • Fomente el contacto con familiares y amigos cercanos. Un sistema de apoyo ayudará a su familiar a hacer frente a cambios difíciles y tiempos de estrés.
  • Su familiar puede no querer su ayuda. Si esto sucede, tenga en cuenta que el retraimiento puede ser un síntoma de TEPT. Una persona que se retrae quizás no tenga ganas de hablar, de participar en actividades grupales o de estar con otras personas. Dele a su ser querido el espacio que necesita, pero dígale que usted siempre estará dispuesto a ayudarlo/a y haga acciones que lo confirmen.

¿Hay una terapia específica?

La corriente más efectiva a la hora de tratar el Trastorno de Estrés Postraumático es la cognitivo-conductual.  La mayoría de los tratamientos dentro de esta corriente se basan en la teoría del aprendizaje, según la cual, el trauma actúa primero como estímulo incondicionado provocando la respuesta de miedo (respuesta incondicionada). Con el paso del tiempo, el trauma se asocia con el recuerdo del mismo y pasa a ser un estímulo condicionado que provoca un temor extremo (respuesta condicionada). El temor se mantiene por un proceso de condicionamiento clásico que es lo que explica los síntomas. Debido a la generalización ya no es únicamente el trauma lo que provoca el temor si no señales o situaciones asociadas. Entre las técnicas empleadas para tratar el TEPT las más relevantes son las siguientes:

-El entrenamiento en inoculación de estrés: con esta técnica se busca controlar la ansiedad. Las primeras sesiones forman la fase educativa donde se presenta el tratamiento y se ayuda al paciente a que sea capaz de detectar las señales que provocan las reacciones de temor y se le enseña técnicas de relajación muscular. En la segunda fase el paciente desarrolla habilidades para controlar las respuestas de temor como por ejemplo, la respiración diafragmática o el diálogo con uno mismo. En la tercera fase se enseña al paciente como aplicar estas técnicas a su vida cotidiana para que puedan llevar a cabo las conductas temidas.

Inundación o exposición prolongada y desensibilización: en un primer momento se le relatan al paciente los síntomas y demás información necesaria para que comprenda en qué consiste el TEPT. En estas técnicas se expone al paciente al recuerdo del trauma ya sea en vivo o en imaginación. Se elabora una jerarquía de situaciones que provocan malestar y se expone al paciente progresivamente a dichas situaciones. En la inundación se realiza la exposición al estímulo hasta que el paciente deja de manifestar malestar y en la desensibilización sistemática se acompaña el procedimiento de técnicas de relajación por lo que cuando el paciente manifiesta ansiedad inmediatamente se interrumpe la exposición y se le relaja.

-Terapia del procesamiento cognitivo: con esta terapia se busca que se expresen los afectos asociados al trauma y que la persona pueda adaptar el acontecimiento traumático a sus esquemas generales sobre sí mismo y el mundo. Tras una fase educativa en la que se explican los síntomas del trastorno de estrés postraumático se pregunta al paciente que ha significado para él lo que ha ocurrido. Se le enseña la relación entre los hechos, los pensamientos y los sentimientos. En la siguiente fase, se persigue que recuerden el trauma con detalle, se les pide que escriban una descripción en detalle de lo sucedido, que incluya pensamientos, sensaciones y sentimientos. El paciente se la lee al terapeuta y deberá leerla cada día. En la siguiente fase, denominada fase de cuestionamiento cognitivo, el terapeuta enseña al paciente a hacerse preguntas sobre sus suposiciones y creencias para comenzar a cuestionarlas y terminar por refutar aquellos pensamientos o creencias que sean desadaptativos.

-Otro tipo de tratamiento es el denominado EMDR, un conjunto de técnicas que abarca varias corrientes psicológicas (entre ellas, también la cognitivo-conductual). Esta técnica consiste en desensibilizar a la persona a través del recuerdo del trauma mediante el movimiento de ojos guiado por el terapeuta o mediante una serie de golpes rítmicos («tapping») que ayudan a evocar aquella situación. Una vez que el recuerdo se trae al presente, se evalúa y se aborda con ayuda del especialista. Esta técnica se basa en la literatura neurocientífica al respecto de la conexión entre los movimientos oculares y el recuerdo.

¿A dónde puedo acudir en Madrid para recibir ayuda?

En Madrid hay numerosas posibilidades de intervención, y el número de profesionales aptos para este tipo de problemas también. A continuación se exponen alguna de todas esas ofertas:

  • La SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés), es una asociación de carácter nacional integrada por psicólogos, médicos, pedagogos, investigadores y otros expertos en el abordaje de la ansiedad y el estrés, y sus múltiples variaciones. Esta organización ofrece información, actividades y ayuda de todo tipo. Para mayor comodidad, la SEAS facilita de manera gratuita a cualquier interesado el teléfono o dirección de un especialista que resida en su propia ciudad o alguna cercana. Esto hace que la ayuda pueda llegar a cualquier punto de España. Todo ello es posible a través de su página web, aunque también están disponibles otros medios de contacto.

SEAS:

Tel: 913943111
Fax:  913 943 189
E.Mail: seas.cons@psi.ucm.es

Web: http://www.ansiedadyestres.org/

  • Otra opción para la intervención del TEPT en Madrid es la UNINPSI (Unidad de Intervención Psicosocial). Esta organización está constituida por profesionales de distintas corrientes que se adaptan a tus necesidades. La UNIPSI ofrece grupos de ayuda y talleres de intervención, terapias individualizadas… Puede ser una buena elección ya que cubre todos los aspectos característicos de tu problema.

UNIPSI:

Tel: 91 590 26 54

E.Mail: uninpsi@comillas.edu

Web: http://www.comillas.edu/es/centros/otros-centros/uninpsi

Dirección: C/Mateo Inurria, 37. Barrio de Chamartín,  entre la Plaza de Castilla y Duque de Pastrana.

Referencias consultadas:

  • PTSD: National Center for PTSD. (2007). Lugar de publicación: U.S. Department of Veteran Affairs. Recuperado de: https://www.ptsd.va.gov/public/spanish/help_family_member_ptsd_spanish.asp
  • Astin, M. C., & Resick, P. A. (1997). Tratamiento cognitivo-conductual del trastorno por estrés postraumático. Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos, 1, 171-209.
  • Carrasco, M. J. Apuntes Teoría y Práctica Cognitivo-conductual 2º Psicología y Criminología. Universidad P. Comillas.
  • Asociación Americana de Psiquiatria. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5ª ed.). Arlington.
  • Rodríguez, L. (30 de marzo de 2015). Trastorno por Estrés Postraumático. [Mensaje en un blog] Recuperado de: http://trastornoporestrespostraumatico.blogspot.com.es/

 

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